«Customizado» de chaleco vaquero

Presentación chaleco customizado Linda Xelda

Dar una segunda oportunidad a alguna prenda que tenemos en el armario me parece una de las mejores ideas, además de contribuir con el aprovechamiento de recursos.

Como tanta gente, provengo de una familia con pocos medios, lo que obligaba a aprovecharlo todo, y qué mejor manera, que dando rienda suelta a la imaginación.

En este caso, se trataba de transformar una cazadora vaquera básica en un chaleco estilo «boho-étnico«, lleno de color y detalles.

transformación en chaleco Linda Xelda

Las primeras partes, para mi, son las mas difíciles, porque ese primer paso es lo que determina en qué se va a convertir tu trabajo, una vez que se empieza, no hay marcha atrás. Lo primero que hice fue cortar las mangas a la cazadora (obviamente). Fue un momento de tensión, ¿y si no iba a quedar bien?, no escuché al miedo, así que ¡¡¡adelante!!!. ¡Hecho!.

Esta idea fue tomada a razón de algunos artículos que vio la persona que realizó esta petición en un viaje que hizo por las costas del sur. Podemos encontrar que nos gustan algunos estilos, pero no encontramos ese dibujo, ese color o composición que nos hace decidirnos por una prenda concreta. Por lo tanto, la petición fue un chaleco con motivos, pero esos motivos los pondríamos al gusto y enfocados a una tendencia oriental.

Así que a las mercerías nos lanzamos para elegir entre decenas de coloridas cintas y pasamanería la que sería nuestra composición personal. La elección fue complicadísima, hay verdaderas maravillas entre un amplio abanico de precios entre ellas.

No se si los pasos que seguimos fueron los correctos, pero nos dejamos llevar primero por los detalles que queríamos poner que por el diseño, hecho que complicaba más aún, si cabe, la elección ya no solo de la cinta, también la medida que necesitaríamos para hacerlo.

Una vez todo comprado llegó la parte más divertida: el diseño y la composición. Nos llevó largos momentos, primero de entusiasmo y risas, que se fueron transformando en bloqueo e indecisión. En este punto lo mejor es parar, darle un poco de aire y distancia, como en el arte.

haciendo pruebas Linda Xelda

Comencé a trabajar sobre aquello que era seguro, lo que sí le encajaba a la persona interesada, porque son ellas las que deben decidir sobre su producto, yo solo puedo aconsejar.

Según iba cosiendo, el chaleco iba tomando su propia personalidad. Ahora ya descartábamos algunos de los primeros diseños, el chaleco no los «pedía». Íbamos a poquito, una cinta aquí, probando otra por allá, «aquí no sé si poner algo», «aquí no quiero nada»…. hasta tener la composición completa.

En un principio me pareció un trabajo llevadero, sólo era cuestión de ir cosiendo cosillas a máquina y sería más o menos sencillo y rápido, pero no.

customizado chaleco en proceso

En seguida comprobé que nada más lejos de lo esperado, excepto un par de cintas, el resto tuve que ajustarlo y coserlo todo a mano, ya que, en algunos casos cosería los bolsillos que iban debajo, y en otros, tenía que trabajar sobre costuras y uniones de telas, que mi máquina no puede obrar y tampoco quedaría bien ajustadas.

Una vez terminado se me dibujó una amplia sonrisa, no tenía nada que ver con la cazadora básica de la que partimos. La transformación fue total. Parece mentira lo que pueden hacer 4 cintas, trabajo y la ilusión.

chaleco linda xelda

Ahora solo queda lucirla y darle color al verano y a la vida.

L.X.

 

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